Tifón 2024
Marzo – Entrega 51
El lugar del error de Esteban Quirós
Mi Terruño Malbec
Una pareja desconocida
Miguel Abuelo lleva cuarenta años arrimando calma en los momentos de duda: “confío en la balanza que inclina mi parecer”. Esa es la brújula que guía al programador que cada mes elige un libro para ustedes. Para El lugar del error de Esteban Quirós la balanza estaba inclinada mucho antes. Hace una punta de años leí esa primera línea en la que Lucía se lleva otras vez la botella a la cama. Con el tiempo fueron llegando noticias: la cosa avanzaba, había una primera versión, había que reescribir. En agosto del 23, leí una versión completa y fue una experiencia increíble, la inmersión en una novela que, como muchas piezas clave de nuestra literatura, fue iniciada en Mar del Plata y terminada en Barcelona.
Me gusta pensar que es una versión de Rayuela, reescrita por Saer y condimentada por Fogwill. Sonará exagerado —pero en la amistad nada es exagerado—. Ya leerán ustedes y polemizaremos.
Con sus referencias al cine —Quirós nos recomienda leer con Antes del Atardecer de fondo— y un minuto a minuto exquisito, hay morbo y el correr de las páginas se torna adictivo; es lo que pasa con los chismes, los ajustes de cuentas y el racconto de bajezas cuando están escritos con una prosa del carajo.
Para la ocasión, elegimos un vino de la casa, nos gusta pensar que es el mismo que finiquita Juliette antes de firmarle la cara a su ex. Y, como sospecharán los viejos suscriptores, acá tenemos una adicción por las fotos compradas en mercados de pulgas. Nuestro último gran hallazgo ha sido un álbum de casamiento de, probablemente, una pareja alemana (?). Nos llama la atención TODO pero lo más llamativo es que nos cuesta mucho identificar a los novios. ¿Será que un comprador pasó antes y se llevó sus fotos o que alguien se tomó el trabajo de destruir todo rastro de ese amor y solo quedó su huella en las caras de los invitados que nos miran desde pasado? Hay quienes arriesgan que el novio es albino, ¿y la novia?
Sugerencia: en el primer día frío de este otoño, asegúrense de tener un rato para leer de corrido las primeras veinte páginas, lo demás va por nuestra cuenta.
